Por lo tanto, a partir de hoy:
Página web: www.desdemispedales.com
Blog: http://blog.desdemispedales.com
Allí os esperamos, como siempre.
Salidas, paisajes, montañas, competición. Nos gusta el ciclismo
El escritor y premio Nobel de literatura, Gabriel García Márquez dijo que “Lo
que no se comunica, no existe”. Aunque cierta, la afirmación es incompleta
porque no indaga sobre las motivaciones de la comunicación. A tenor de lo
no emitido y silenciado en la última semana podemos añadir que “Lo que no
se comunica es porque no se quiere o no interesa”.
David Arroyo, ciclista español (de Talavera de la Reina para más señas) ha
conseguido la segunda plaza del Giro de Italia, después de haber liderado la
clasificación general durante seis días. El mérito de este resultado deportivo
es incuestionable, merecido y digno de ser reconocido por sus compatriotas
y sin embargo no parece haber sido lo suficientemente relevante para los
responsables de la prensa nacional y especialmente para la radio y
televisión pública cuya difusión de la noticia ha brillado por su ausencia.
Sí ha sido destacable para los profesionales de la información deportiva en
los medios generalistas la sanción a Alejandro Valverde por dos años que la
UCI ha anunciado un día después de finalizar el Giro. No juzgamos la
situación de Alejandro, a quien respetamos; pero sí rechazamos que la
prioridad informativa se centre (y son ya demasiadas veces) en los aspectos
más negativos y olvide los más encomiables y nobles del ciclismo.
Los abajo firmantes pedimos respeto informativo para el ciclismo y para los
ciclistas sin cuestionar que pueda informarse de todos los aspectos
relacionados con este deporte, pero con equidad; porque al hilo de lo
afirmado al inicio, podemos constatar que en la prensa “prevalecen las
informaciones negativas del ciclismo”, y eso se está convirtiendo en una
mentira universal. Cada temporada la información ciclista que se genera,
colocada en una balanza con equidad, aporta un 99,9% de buenas noticias
frente al insignificante resto de malas, y sin embargo no parece reflejarse
así en los mass media.
El ciclismo es un deporte noble y lleno de virtudes a quien el dopaje, por
mucho daño que le haga, no conseguirá derrotar. Más bien al contrario.
Por todo ello, reclamamos que las informaciones sobre el ciclismo y los
ciclistas adopten un prisma más justo, poniendo en valor lo que de
esfuerzo, sacrificio y mérito tiene la actividad ciclista, conjunción de trabajo
en solitario y en equipo a la vez.
Por una imagen del ciclismo más justa y fiel a la auténtica forma de ser
ciclista y del sentir por su afición.
Firmantes:
Javier Cerezo Perales, Rafael Díaz Justo, José Antonio Pecharromán
En las primeras rampas de Trivigno ya se veía que Liquigas venía con ganas de poner a Basso de líder del Giro, el de Varese ya sabe como se las gastan las suaves rampas de Aprica cuando antes has hecho casi doscientos kilómetros y has tenido como antesala el Mortirolo, por Mazzo además. El ímpetu y el saber hacer las cosas de "los de verde" es de admirar, y por supuesto de agradecer, sobre todo desde el punto de vista del espectador.
Y Arroyo perdió la Maglia rosa. Previsible. Tal y como se presentaba la etapa era mas que previsible perder el jersey de líder, pero David Arroyo leyó muy bien la etapa. Sabía el corredor de Talavera de la Reina que en el Mortirolo no podría seguir el ritmo de Basso y de los Liquigas, y no se cebó en seguir la rueda de los mejores cuando en los primeros kilómetros perdió comba. Primero de la mano de Rigoberto Urán inició un ritmo de subida que claramente fue de menos a mas. Pedalada a pedalada, metro a metro, Arroyo fue recuperando posiciones en carrera y supo mantener el minuto y medio largo, casi dos que perdía en el kilómetro tres. Hasta ahí impecable, su lectura de carrera, sin cebarse, y también la dirección desde el coche, pero desde ahí, desde la dirección del equipo alguien le debería haber advertido sobre la subida a Aprica, sobre el desgaste de esos últimos kilómetros tras tan dura etapa, y no lo han hecho. David se lanzó en la bajada, y abajo, en Edolo la distancia que perdía con Basso era sólo de cincuenta segundos. Esperanzador, pero recordemos que Nibali había hecho una bajada prudente para Basso y que los Liquigas, al fin y al cabo son los mas fuertes y aunque habían perdido un minuto en la bajada, eran conscientes del desgaste de Aprica.
Sobre el resto de corredores, ya lo ha dicho Carlos Sastre. Faltaban fuerzas.
Y cuando llega la segunda semana del Giro, y parece que todo se va a decidir en la terrorífica última semana, cuando el Giro rinde su pequeño homenaje, acercando una etapa hasta allí, a la, hoy semi derruida, otrora monumental ciudad de L'Aquila, resulta que el Giro se pone patas arriba. A día de hoy me cuesta comprender aún que es lo que realmente ocurrió para que mas de cincuenta tíos se vayan por delante y lleguen a coger una distancia de mas de diecisiete minutos, y mas me sorprende aun cuando en ese grupo estaban, entre otros, Carlos Sastre, Bradley Wiggins, David Arroyo o Richie Porte. Que si chubasqueros y no veíamos los dorsales, que si fallaron los pinganillos debido a la lluvia (ojalá fallen siempre), que si ya tendremos tiempo de cogerles, que si yo no tiro por que no es mi carrera, que si tal, que si cual, ¿os acordáis de Pereiro en 2006? No creo que esta vez ocurra lo mismo (salvo que Carlos Sastre acabe de entonarse), pero alguno de ellos ocupará cajón en el podio.
Y al día siguiente el Zoncolan.
Basso me recordó al de 2006 ganando y sentenciando el Giro en Aprica, y eso tiene mucho mérito para un corredor que ha estado dos años parado y que ya, el año pasado en La Vuelta, comenzó, aunque se le hizo muy larga, a dar pruebas serias de haber vuelto con la intención de ser el de antes.


